Los triglicéridos son un tipo de lípidos o grasa que se encuentra en la sangre y que se genera a partir del consumo de calorías que no deben ser usadas de inmediato, por lo que el cuerpo las almacena convirtiéndolas en triglicéridos. Cabe destacar que estos se almacenan en las células grasas y que, posteriormente, cuando el cuerpo lo necesita, las hormonas liberan triglicéridos para compensar la falta de energía, en especial entre comidas.
Si bien los triglicéridos pueden ser considerados como una reserva de energía, es importante estar atento al riesgo de triglicéridos altos, donde se habla de un nivel que sobrepasa los límites normales, que suelen ser entre 150 y 199 mg/dl. Podemos considerar entonces que tenemos un nivel alto de triglicéridos desde 200 en adelante.
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Riesgos relacionados a triglicéridos altos
Los problemas asociados a triglicéridos altos están ligados a dos grandes factores de riesgo. En primer lugar, tenemos las causas genéticas, conocidas como hipertrigliceridemias primarias y por último tenemos las causas ambientales o hipertrigliceridemias secundarias.
En caso de las causas genéticas o riesgo genético de triglicéridos altos, nos encontramos con algunos genes que son responsables del aumento de triglicéridos en sangre. Esto implica una alteración en los genes que, naturalmente, deberían generar proteínas que destruyen los triglicéridos. Es decir, al presentarse alteraciones, nuestro cuerpo no elimina el exceso de triglicéridos en sangre y por eso este es muy elevado.
En estos casos, el diagnóstico se realiza a temprana edad, en especial cuando se trata de niños que han desarrollado inflamaciones en el páncreas o pancreatitis. En algunos casos se presentan elevaciones muy notorias de triglicéridos. Estas pueden llegar a ser de entre 5.000 a 10.000 mg/dL. En estos casos, el diagnóstico es el síndrome de hiperquilomicronemia. No obstante, por lo general las causas genéticas por sí mismas sólo pueden ocasionar ligeras evaluaciones. Sólo en caso de verse relacionadas con causas ambientales, se generan estas alteraciones mayores.
Cuando hablamos de causas ambientales, nos referimos a aquellos factores que pueden causar la hipertrigliceridemia y que, por lo general, se asocian a causas genéticas, afectando aún más al paciente. Se incluyen factores de riesgo como la obesidad, la diabetes, el consumo excesivo de alcohol, el hipotiroidismo e incluso la prescripción de ciertos medicamentos. Esto quiere decir que las personas que cuentan con alguna de estas condiciones son más propensas a manifestar niveles más elevados de lo normal en triglicéridos.
Síntomas de los triglicéridos altos
La enfermedad producida por triglicéridos altos, se conoce como hipertrigliceridemia y se caracteriza porque no manifiesta ningún síntoma particular que permita identificarla de inmediato. Por lo general, se descubre esta patología en los pacientes al momento de realizar un análisis de sangre de rutina que manifiesta los niveles de triglicéridos altos o muy altos.
No obstante, existen algunas enfermedades derivadas que pueden producirse a partir de la hipertrigliceridemia. Estas son la pancreatitis aguda, una inflamación en el páncreas producida por la concentración de triglicéridos en la sangre; enfermedad cardiovascular o enfermedad coronaria, un riesgo que inicia desde que se manifiestan niveles de triglicéridos por encima de 200 mg/gL.
¿Cómo se diagnostican los triglicéridos altos?
Para diagnosticar hipertrigliceridemia, es necesario realizar un análisis de sangre tras un ayuno de al menos 12 horas. A fin de verificar y validar el primer análisis realizado. Suelen realizarse al menos dos pruebas de sangre, a menos de que los resultados sean muy concretos, lo que quiere decir que no es necesario corroborar el estudio.
Además, el diagnóstico debe ir acompañado de un estudio de los factores o causas ambientales que puedan estar generando los problemas de elevación de niveles de triglicéridos. Es por esto que lo primero es descartar que el paciente presente obesidad, consumo de alcohol o algún medicamento que esté generando la alteración.
Alimentos prohibidos para personas con riesgo de triglicéridos altos
Por lo general, la dieta recomendada para estabilizar los niveles de triglicéridos en sangre es baja en grasa y en azúcares simples. Por este motivo es importante evitar bebidas azucaradas, fructosa y postres. Del mismo modo, es importante eliminar por completo el consumo de alcohol, dado que es el responsable del aumento de la producción de triglicéridos en el hígado.
Las harinas refinadas también contribuyen al aumento de los triglicéridos. Por eso es importante eliminar de la dieta alimentos como el arroz blanco, el pan y la pasta, así como cualquier otro producto fabricado a partir de estas harinas. Como sustituto a estos alimentos, es recomendable consumir pastas integrales, arroz integral e incluso, otros granos como la cebada, la avena, la quinoa y otros cereales. La dieta del paciente con hipertrigliceridemia se fundamenta en la fibra y en los alimentos integrales. Por su puesto siempre acompañada del consumo de abundante agua y actividad física.
¿Cómo bajar los triglicéridos altos?
Además del tratamiento farmacológico determinado por el personal médico, existen algunas alternativas y tratamientos complementarios que pueden ayudar al paciente a regular los niveles de triglicéridos en sangre. Para ello, se recomienda tomar las siguientes medidas higiénico-dietéticas:
- Reducir el peso corporal, buscando la mayor aproximación al peso ideal del paciente.
- Eliminar por completo el consumo de alcohol.
- Evitar fumar.
- Consume una dieta baja en grasas y azúcares, aumentando el consumo de fibra y de nutrientes que aportan energía al cuerpo.
- Incluir una rutina de ejercicio físico de al menos 30 minutos diarios. Preferiblemente, aumentando la intensidad de manera progresiva.
Se ha demostrado que estas medidas y modificaciones de hábitos nocivos pueden ser incluso más efectivas que el tratamiento farmacológico. Esto se debe a que consideran y modifican las condiciones o causas ambientales para disminuir los factores de riesgo que presentan los pacientes.
Los fármacos disponibles para disminuir el nivel de triglicéridos son los fibratos: gemfibrozilo y fenofibrato. Estos cuentan con ácidos grasos de omega 3. Las variaciones en la administración del medicamento varían dependiendo de la edad, condición física, peso, dieta, entre otros, por lo que es importante consultar al médico para recibir tratamiento.