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Diferencia entre ingesta emocional y fisiológica
Antes de entrar en el tema con mayor profundidad, es importante distinguir entre la ingesta emocional y el hambre fisiológica. De acuerdo a la Clínica Mayo, existen marcadores claros para poder reconocer ambos tipos de ingesta (1):
Ingesta Fisiológica
- Aparece gradualmente
- Lleva a comer cualquier tipo de alimento
- Permite sentirse lleno y, en consecuencia, dejar de comer
- No provoca culpa
Ingesta Emocional
- Aparece repentinamente
- Produce deseo por alimentos específicos
- No se satisface con la saciedad
- Genera culpa o vergüenza
¿Por qué ocurre la ingesta emocional?
La ingesta emocional es una manera de compensar las emociones y es muy común que suceda en momentos de aburrimiento, tristeza, depresión, estrés o fatiga. Sin embargo, los sentimientos o situaciones de connotación negativa no son los únicos que pueden desencadenar un episodio de ingesta emocional. La realidad es que el ser humano mantiene una relación muy estrecha entre sus emociones y los alimentos, por lo que la ingesta emocional también puede presentarse en momentos de felicidad.
¿Qué problemas pueden derivarse de la ingesta emocional de alimentos?
La ingesta emocional está principalmente regulada por un sistema de recompensas en el cerebro. Podemos decir que, en general, las cuatro vertientes del sistema de recompensa del cerebro son: la motivación (deseo), el resultado (gusto), la memoria (aprendizaje) y la habituación (adaptación), y determinan cómo se percibe, se memoriza, se espera o incluso se olvida una señal (comida, droga, dinero, promoción, etc.). (2)
A nivel fisiológico, la principal consecuencia de la ingesta emocional es el aumento de peso, pero, en los casos más severos, la persona puede llegar a desarrollar un desorden alimenticio conocido como “ingesta por atracón”, en el que la persona tiene episodios de ingesta sin control y posteriormente siente culpa e intenta compensar recurriendo al ayuno prolongado.
¿Cuál es la relación entre la genética y la ingesta emocional de alimentos?
Diferentes estudios y análisis del genoma han permitido identificar variantes genéticas comunes que tienen algún efecto sobre el índice de masa corporal. Los estudios del genoma completo de individuos de ascendencia europea han asociado cientos de SNPs (del inglés Single Nucleotide Polymorphism) a un mayor IMC (índice de masa corporal). A pesar de que los SNPs identificados explican solo una parte de la variación genética total del IMC, estos hallazgos han abierto la posibilidad de ampliar la visión sobre los mecanismos que regulan los efectos de las variantes genéticas comunes en la obesidad, y se ha postulado que las conductas alimentarias relacionadas directamente con el apetito (incluida la ingesta emocional) representan uno de esos mecanismos. Esta idea se ve respaldada por los datos de que muchos de los SNPs relacionados con el IMC se expresan especialmente en el hipotálamo y la hipófisis, que tienen un papel clave en la regulación de la ingesta de alimentos y el gasto energético. (3)(4)
Existe evidencia de que concretamente el gen DRD2 influye en el sistema de recompensa del cerebro y una posible variación en el mismo se asocia con la alimentación emocional y el aumento de peso. Aproximadamente el 11% de los caucásicos y el 14% de los asiáticos son portadores de una variación en este gen que aumenta el riesgo de padecer un trastorno de ingesta por atracón (6).
Es conocido que el gen DRD2 es un actor clave en los circuitos neuronales de la dopamina, que es el neurotransmisor del “bienestar” u hormona del placer, y unos niveles de dopamina bajos suelen estar relacionados con la depresión. Dicho circuito neuronal permite generar el “valor de recompensa” en un alimento, lo que lógicamente influye en los comportamientos relacionados a la alimentación, facilitando llegar a una conducta de ingesta emocional. (7)
CrossDNA y la alimentación
El test de bienestar y deporte de CrossDNA, incluye un análisis de marcadores específicos relacionados con la alimentación que te ayudarán a tener un mayor entendimiento sobre tu predisposición genética a la ingesta emocional y los beneficios de diferentes dietas, así como otros factores relacionados con la alimentación y el peso.
Bibliografía:
- Amanda Bassett-Swanson, L. I. C. S. W. (2022, February 22). Feeding feelings: Emotional overeating. Mayo Clinic Health System. Retrieved July 28, 2022, from https://www.mayoclinichealthsystem.org/hometown-health/speaking-of-health/feeding-your-feelings
- Volkow ND, Wang GJ, Baler RD. 2011. Reward, dopamine and the control of food intake: implications for obesity. Trends Cogn Sci. 15(1):37-46. doi: 10.1016/j.tics.2010.11.001. PMID: 21109477
- Yengo, L, Sidorenko, J, Kemper, KE et al. (2018) Meta-analysis of genome-wide association studies for height and body mass index in approximately 700000 individuals of European ancestry. Hum Mol Genet 27, 3641–3649.CrossRefGoogle ScholarPubMed
- Locke, AE, Kahali, B, Berndt, SI et al. (2015) Genetic studies of body mass index yield new insights for obesity biology. Nature 518, 197–206.CrossRefGoogle ScholarPubMed
- Konttinen, H. (2020). Emotional eating and obesity in adults: The role of depression, sleep and genes. Proceedings of the Nutrition Society, 79(3), 283-289. doi:10.1017/S0029665120000166
- Epstein LH, Temple JL, Neaderhiser BJ, Salis RJ, Erbe RW, Leddy JJ. 2007. Food reinforcement, the dopamine D2 receptor genotype, and energy intake in obese and nonobese humans.Behav Neurosci. 121(5):877-86. PMID:17907820
- Jönsson EG, Nöthen MM, Grünhage F, Farde L, Nakashima Y, Propping P, Sedvall GC.1999. Polymorphisms in the dopamine D2 receptor gene and their relationships to striatal dopamine receptor density of healthy volunteers. Mol Psychiatry. 4(3):290-6. PMID:10395223